lunes, 22 de febrero de 2016

A veces la gente se esfuma


Queremos pensar que en los momentos en los que ni nosotros mismos nos soportamos, aquellos en los que nos gustaría patalear, llorar y quejarnos de nuestra situación, a nuestro alrededor estarán todas aquellas personas que deberían estar, por cuestión de simple moralidad o educación... bueno en realidad porque pensábamos que les importábamos, que nos tenían cariño. Dicen que hay personas que no saben actuar en las ocasiones más difíciles, que no saben cómo comportarse con aquella persona que tiene un problema y lo que hacen es alejarse, no quieren involucrarse, a los demás no les gustan las cosas tristes, los malos momentos. ¿Y a quién sí? Pero es en las noches más oscuras en las que se debe estar al lado, cerca, aunque sólo sea para coger tu mano, para darte un abrazo o para escucharte quejarte del mundo. O sencillamente para hacerte olvidar que ahora tu mundo, es ese. 

He echado de menos a muchas personas, quizá no han sabido ver lo complicado que ha sido este último año y entiendo que su mundo también debe serlo. ¿Pero qué harías si alguien te pide ayuda? ¿Acudirías? No han venido. Y es triste. Porque me he sentido muy sola, mucho, porque necesitaba salir un poco de mi mundo y sólo he podido encerrarme más en él, porque no tenía nada más. Pero ha dejado de doler tanto, dicen que el tiempo va cerrando las heridas y quizá sea verdad. 

En la otra cara de la moneda se recuperaron personas que se perdieron por el camino y aparecieron otras que entienden muy bien lo que es esta nueva etapa de nuestras vidas. Otras siguen estando como mi solete o él. Desde aquí gracias. Sólo siento que a veces los kilómetros impidan dar abrazos. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario