lunes, 26 de septiembre de 2016

Sentirse extraña


El problema soy yo, lo sé. No se si totalmente o en parte. El problema son las lágrimas que ahogo y nunca salen a la luz, las palabras que no pronuncio y que me queman dentro, las dudas, la incertidumbre, la soledad que me ha envuelto las ganas de reír a carcajadas. Y el problema es no valorar esos pequeños pasos que quizá sean más grandes de lo que creo. Sentarme contigo a desayunar. ¿Hace cuanto no lo hacíamos? ¿Hace cuanto el miedo y la angustia no me permite comer contigo? Volvimos a sentarnos, sin casi pronunciar palabra, con mucho tiempo para un desayuno que debía durar 3 minutos en otros tiempos ahora lejanos. Pero volvíamos a estar juntos. Pero no es suficiente, necesito dejar de sentir que soy la chica "rara" que sólo come cuatro alimentos siendo la mayoría de ellos en purés. Pero quizá el problema no es que los demás me vean distinta, rara... Porque... ¿Qué es ser rara? ¿Quien marca las directrices? El problema está en que yo me veo así... y más aún cuando "mi rareza" no existe. ¿Es que acaso está solo en mi cabeza?

Ya nada está bien, el tiempo ha hecho que la vuelta a la normalidad cueste aún más. Diagnóstico: Esofagitis eosinofílica... ¿Tú lo habías oído? Porque yo antes de todo esto jamás lo escuche. Y cuando me habitué a que era eso lo que me ocurría resulta que no... que es ERGE al responder a altas dosis de omeprazol... y me pregunto ¿Están en lo cierto? Y sobre todo me pregunto aún más... ¿Qué habría pasado si en vez de dejar meses y meses pasar el tiempo entre consulta y consulta, pruebas de alergia, corticoides, cambio de protectores... ¿Hubiéramos empezado así? ¿Habría llegado a tener este miedo? Creo que no, que no se habría enquistado en mí. Hay gente que dirá que es una prueba para ver mi fuerza, mi valentía... yo digo que puede ser, pero que también es una "mierda" y perdón por la palabra. ¿Pero sabes qué? Que ni tú ni yo nos vamos a rendir, sea lo que sea que nos pase, a nivel físico, emocional o ambos. Tú y yo no nos bajamos en esta parada, porque continuamos. Porque todo depende de cómo nos enfrentemos a lo que nos pasa porque depende de nosotros. Toma la mano de alguien que quiera pelear en esta vida junto a ti y sigamos. ¿Me prestas la tuya?



sábado, 17 de septiembre de 2016

¿Dónde estoy hoy?


Creo que me he perdido a mi misma, a la chica que era antes de todo esto, aunque a veces veo destellos de lo que fui, pinceladas, veo sonrisas, han vuelto... hace meses no había ninguna, se esfumaron, ¿Sabes lo triste que es? Claro que lo sabes...Sin embargo ahora han vuelto, he vuelto a saltar en la playa, a comer una cucharada de helado y a besar mucho. Supongo que ando a medio camino entre lo que era hace dos años y lo que llegué a ser hace uno, y en ese camino a veces me difumino, me pierdo y no me encuentro, o quizá ya no quiera encontrarme. Quizá me he mal acostumbrado a que las cosas sean como han llegado a ser y he normalizado una situación que nada tiene de normal. ¿Sabes que sigo comiendo sola? ¿Que aun muchas veces como de pie yendo de un lado a otro? Pero... ¿sabes otra cosa? He conseguido desayunar con él, sin a penas hablar, sin apenas mirarnos... pero he tratado de regalarle ese momento, de regalárnoslo a nosotros. creo que nos lo merecemos. A veces me pregunto si algún día saldrá natural, si dejaré de esforzarme en ello y saldrá mecánicamente, como algo no planeado. Ya no hablo de ello, no digo nada y no quiero que me pregunten, porque no sé qué contestar, no sé como estoy, no sé como debería estar, y entre tanta pregunta y duda vuelvo a perderme a mi misma. Supongo que debo echar la vista atrás, y no preguntarme dónde estoy hoy, sino dónde estaba hace unos meses... ¿Y tú? ¿Dónde estabas hace meses? ¿Estas en el mismo punto? ¿Te has movido?¿Te has sentado en mitad del camino y te niegas a seguir? No lo hagas, continúa, no lo hagas por nadie, sólo hazlo por ti, porque mereces cosas buenas que están por venir- Lo sé, cuesta, pesa, asfixia, ahoga, duele... ¿Pero te queda otra opción?